La ciática se define como un conjunto de síntomas entre los que destaca el dolor irradiado a lo largo del recorrido del nervio ciático, es decir, la zona lumbar, glúteos, pierna y pie. Puede variar desde un dolor muy intenso hasta sensaciones como adormecimiento, hormigueo, ardor o debilidad muscular. Se calcula que afecta a más de un 40% de la población en algún momento de su vida.
Causas de la ciática
Más que un diagnóstico la ciática hace referencia a un conjunto de síntomas que se producen por la compresión o irritación del nervio ciático. Sin embargo, este nervio puede verse afectado por multitud de elementos. Por tanto, para su tratamiento será necesario conocer qué esta provocando los síntomas.
Podemos dividir las causas de ciática en dos grandes grupos:
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Causas espinales: en las que la ciática es provocada por una alteración presente en la columna vertebral. Patologías como hernias, estenosis, espondilolistesis, etc. pueden producir la compresión o irritación de las raíces nerviosas a nivel de la columna. Detectar este tipo de causas es sencillo a través de una resonancia magnética.
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Causas extraespinales: en las que la afectación del nervio se produce en cualquier otro punto de su recorrido a lo largo de la extremidad inferior. El nervio ciático pasa por una serie de puntos anatómicos en los que es especialmente vulnerable. Uno de los más conocidos es el músculo piramidal aunque existen otras localizaciones como el espacio isquiofemoral, la articulación de la cadera o las articulaciones sacroilíacas que también pueden provocar ciática. La detección de causas extraespinales de la ciática es más compleja y requiere del análisis minucioso del paciente.
También es frecuente encontrar casos que presentan un origen mixto en los que se presentan tanto patologías a nivel espinal como alteraciones extraespinales responsables de los síntomas. Se estima que en el 20% de los casos la ciática es de origen mixto.
¿Cómo puedo saber el origen de mi ciática?
Aunque las causas extraespinales se presentan en un importante número de casos, raramente son consideradas en la evaluación y diagnóstico del paciente. Existen una serie de test físicos de fácil aplicación que, realizados por el profesional adecuado, pueden dar pistas sobre el origen de la ciática. Entre ellos destacan los test de Lasegue (imagen), Braggard y Bonnet que nos aportan información sobre si el origen de la ciática es espinal, extraespinal o mixto.
Si no se aplican este tipo de test durante la evaluación del paciente puede producirse un diagnóstico erróneo que desemboque en un tratamiento quirúrgico de la columna que no resulte efectivo. Por ejemplo, a los 40 años de edad el 50% de los sujetos sin ningún tipo de síntomas presentan una hernia discal al ser examinados mediante resonancia magnética y este porcentaje aumenta conforme avanza la edad. Por tanto, un gran número de pacientes con causas extraespinales de ciática puedan presentar discos herniados o protuidos que no son responsables de los síntomas. Si únicamente se realiza una resonancia lumbar y se trata la patología mediante cirugía (con las consecuencias que ello conlleva) los síntomas persistirán.
En Medspine llevamos a cabo un diagnóstico basado en el historial detallado del paciente, especialmente centrado en las características del dolor. Además, es crucial la realización de un completo examen físico que incluya inspección, palpación y aquellas pruebas físicas que puedan aportar información relevante.