Tradicionalmente los estudios sobre el dolor lumbar crónico se han centrado en el análisis de las regiones del tronco fundamentalmente en la columna vertebral. Sin embargo, el dolor lumbar crónico es un problema multidimensional por lo que la identificación de otros factores causales es esencial para su tratamiento. Por ello, en las últimas décadas se ha investigado la posibilidad de que las alteraciones de movilidad de cadera sea uno de los factores causantes del dolor lumbar crónico.
El papel de la movilidad de cadera en el dolor lumbar crónico
La articulación de la cadera constituye un elemento situado entre las articulaciones lumbopélvicas y la rodilla. Por lo tanto, el complejo lumbopélvico, la cadera y la rodilla forman una cadena cuya función deberá estar correctamente coordinada durante el movimiento.
Debido a esta conexión entre las articulaciones de la cadera y la región lumbopélvica, las alteraciones de la movilidad de cadera (especialmente en extensión y rotación) se han señalado como una disfunción importante en el dolor lumbar. Se han propuesto varias hipótesis para explicar la contribución de la limitación de la movilidad de la cadera en el desencadenamiento del dolor lumbar crónico:
- Por un lado, se ha sugerido que una reducción en la movilidad de la cadera podría aumentar las fuerzas transmitidas a la columna lumbar.
- En segundo lugar, una disminución de la movilidad de cadera puede ser compensada con un excesivo movimiento pélvico o lumbar creando un patrón de movimiento alterado. Ya hablamos de ello en nuestras entradas sobre isquiotibiales y psoas.
Mejoría de la movilidad de cadera
En numerosos estudios, la puesta en marcha de un plan de estiramientos para mejorar la movilidad de la cadera fue seguida por un resultado positivo. Aumentar la movilidad de la cadera de forma pasiva se asocia con el alivio del dolor lumbar. Músculos como el piramidal, psoas o isquiotibiales entre otros serán un objetivo importante de este trabajo.
Sin embargo, el trabajo sobre la cadera no deberá quedarse únicamente en el aumento de la movilidad. Pese a que los programas de estiramientos puedan mejorar el dolor, se ha observado que no son capaces de devolver al organismo los patrones de movimiento deseables. Por tanto, es necesario plantearse la necesidad de incluir intervenciones adicionales junto con el estiramiento para crear cambios funcionales en el individuo. En este sentido, para procurar un movimiento y salud adecuados se deberán tratar aspectos como: el control motor, la fuerza y los déficits de resistencia de los músculos involucrados en dicha articulación. Ya mencionamos este hecho al hablar de la importancia del glúteo medio en el dolor lumbar.
En definitiva, la disminución de la movilidad de la cadera debe considerarse un factor mecánico importante relacionado con los síntomas del dolor lumbar crónico. Por ese motivo, se debe incluir un examen de la movilidad de la cadera en la evaluación de pacientes con dolor lumbar. De igual modo, la combinación de estiramientos de la musculatura implicada en la cadera y el fortalecimiento de los mismos puede resultar beneficioso en la mejoría de el dolor lumbar crónico.