La dismetría de las extremidades inferiores se define como una discrepancia entre la longitud de ambas piernas. De hecho, los seres humanos no somos perfectamente simétricos sino que solemos tener diferencias en el tamaño de las manos, los ojos, los brazos y también las piernas. Así lo muestran los diversos estudios que encuentran una dismetría de las extremidades inferiores hasta en el 70% de la población general.
Cuando la dismetría de las piernas es pequeña el cuerpo es capaz de adaptarse y resolver el desequilibrio por sí mismo. Sin embargo, a medida que la diferencia entre la longitud de ambos miembros aumenta es más probable que pueda provocar consecuencias en áreas como el tobillo, la rodilla, la cadera, la pelvis y hasta en la columna vertebral. De hecho la discrepancia en la longitud de las piernas se considera un factor de riesgo para el dolor lumbar, especialmente en personas que trabajan de pie. Aunque la relevancia y el mecanismo exactos por el cual la dismetría favorece el dolor lumbar aún no están claros, se han propuesto varias explicaciones. Por ejemplo, se ha observado que aquellas personas con dismetría en las piernas tienden a desarrollar estrategias de compensación con los miembros inferiores y la pelvis cuando caminan o están de pie. Esto puede causar un mayor estrés biomecánico sobre la pelvis y la columna lumbar provocado por la carga asimétrica.
¿Cómo puedo saber si tengo una dismetría en las piernas?
Determinar adecuadamente si existe una dismetría es crucial para desarrollar un programa de tratamiento posteriormente. Puede ocurrir que la pelvis o la columna estén inclinadas o rotadas provocando que una pierna sea, en apariencia, más corta que la otra. Sin embargo en estos casos la dismetría no será real. Por ejemplo, alguien con escoliosis lumbar puede presentar una pelvis inclinada que provoque que una cadera esté más alta que la otra y que haga parecer que las piernas sean desiguales en longitud.
La forma más fiable de medición es mediante radiografía. Sin embargo, debido a la exposición radiológica potencialmente dañina se están tratando de desarrollar otras técnicas. También existen métodos de medición basados en la evaluación física del paciente y aplicación de una serie de test enfocados a determinar la posible asimetría. Sin embargo estos procedimientos requieren de una mayor experiencia y resultan menos fiables.
Tratamiento
Para aquellos casos en los que existe una dismetría real entre la longitud de ambas extremidades, los tratamientos van desde la utilización de alzas o plantillas hasta la intervención quirúrgica en los casos más extremos. Sin embargo, para aquellos casos en los que aparentemente una pierna es más corta pero realmente no existe una dismetría real, no será necesaria la utilización de alzas. Estas se abordarán desde la puesta en práctica de técnicas de terapia manual y ejercicios terapéuticos específicos para tratar de normalizar las compensaciones lumbares, de la pelvis y de las extremidades inferiores que están provocando la falsa dismetría y el dolor lumbar.