A lo largo del día, la fuerza de gravedad actúa sobre nuestra columna provocando una progresiva deshidratación de los discos intervertebrales que puede incluso observarse en una disminución de la talla corporal. Mientras dormimos, momento en que la columna no se ve sometida a la gravedad, los discos van aumentando progresivamente su nivel de hidratación llegando hasta un nivel de hidratación del 300% a primera hora de la mañana. Por tanto, a primera hora del día nuestros discos intervertebrales se encuentran sobrehidratados. Nuevamente, al ponernos en posición erguida, la gravedad comienza a hacer su efecto sobre los discos que pierden rápidamente ese exceso de hidratación.
No obstante, se ha observado que en ese lapso de tiempo en el que el disco está sobrehidratado el riesgo de lesión aumenta. Debido a este exceso de hidratación, los esfuerzos de flexión o rotación pueden suponer hasta tres veces más carga sobre el disco a primera hora de la mañana que durante el resto del día.
Esto es debido a que la capacidad de los discos intervertebrales para soportar fuerzas compresivas y disipar la energía depende, entre otros factores, del nivel de hidratación de los mismos. Un disco degenerado y con un menor nivel de hidratación no podrá realizar estas funciones de forma adecuada. Sin embargo, un estado de sobrehidratación del mismo también supondrá un mayor riesgo de lesión, especialmente en la inclinación hacia adelante del tronco.
Adopta una mejor postura a primera hora de la mañana
El mantenimiento de una postura incorrecta durante la realización de tareas tan rutinarias como ponerse los calcetines, atarse los zapatos o cepillarse los dientes que implican la flexión del tronco pueden suponer a primera hora del día un mayor estrés sobre las estructuras de la columna. Simplemente limitando o modificando estas posturas y movimientos de flexión de la columna por la mañana pueden conseguirse mejorías en la intensidad y frecuencia del dolor.
En la imagen vemos un ejemplo de cómo podemos modificar la postura mientras nos lavamos los dientes para evitar la flexión de columna.
Imagénes: https://www.ktph.com.sg/hllibrary/display/973
Por otra parte, para atarnos correctamente los zapatos por la mañana podemos optar por cruzar una pierna por encima de la otra o elevar el pie a una superficie donde podamos apoyarlo en vez de agacharnos flexionando el tronco.
Imágenes: https://www.mayfieldclinic.com/PE-POSTURE.htm & https://www.youtube.com/watch?v=DdO8DsVdPXk
En definitiva, el control de la postura y la limitación de la flexión lumbar en las primeras horas de la mañana es una forma de autocuidado que puede ayudar a desarrollar una sensación de dominio sobre el dolor lumbar, producir una mejora el mismo y generar confianza en el paciente. Para mejorar el dolor lumbar será interesante la combinación del control postural en la mañana con un restablecimiento del equilibrio y armonía muscular (garantes de la salud y protección de nuestra espalda) mediante el fortalecimiento de la musculatura y la relajación de los músculos acortados y contracturados.