Los problemas de espalda se han incrementado significativamente en las últimas décadas lo que conduce a un mayor consumo de servicios y productos de salud. Esto genera fuertes costes para el sistema de salud que debe dar atención a estos problemas, para las empresas que ven mermada su productividad laboral y económica y a los pacientes que deben hacer frente a costos tanto directos como indirectos como consecuencia del dolor de espalda.
Por tanto el objetivo es claro: ayudar a las personas diagnosticadas con “dolor de espalda” proporcionándoles una opción terapéutica específica para ayudarles a vivir sin síntomas a la vez que se ahorra dinero. Es decir, optimizar el tratamiento de las personas con dolor de espalda crónico.
Ahorro para las empresas
El dolor de espalda y cuello representan las causas de baja más frecuentes en España causando serias repercusiones económicas y a nivel productivo en las empresas. Por ello compañías como Mercedes-Benz han puesto en marcha proyectos de tratamiento y prevención del dolor de espalda entre sus trabajadores mediante la realización de ejercicio. Con ello han conseguido reducir en un 75% los días de baja laboral relacionados con los problemas de espalda.
Ahorro para los sistemas sanitarios
Existen pocos ejemplos sobre cómo podría afectar a los sistemas de salud la implantación de programas de ejercicio para el dolor de espalda. No obstante, la aseguradora Alemana DKV puso en marcha un proyecto de 4 años de duración en el que incluyó la terapia mediante ejercicio en sus protocolos de tratamiento para las personas con dolor de espalda crónico. Los datos muestran que con ello la compañía logró un ahorro medio de 5.842 euros por asegurado consiguiendo una importante reducción de los costos totales. Más concretamente, esta medida supuso un retorno total de 4.7:1. Esto significa, que por cada euro invertido en terapia mediante ejercicio se logró un ahorro de 4,7 euros en comparación con los pacientes que no realizaba este tipo de tratamiento. En definitiva, DKV demostró que invertir en tratamientos activos para el dolor de espalda supone un ahorro de casi 5 veces más en costos médicos.
Ahorro para los usuarios
Un importante porcentaje de los pacientes con dolor lumbar crónico incrementa significativamente el gasto directo e indirecto relacionado con esta condición. Además, el gasto económico varía en función de la gravedad del problema. Los datos muestran que el impacto económico se vuelve más pronunciado cuanto más severo es el dolor de espalda experimentado.
Los estudios nos dicen que, de media, se puede ahorrar más de un 30% entre costos directos e indirectos si comparamos personas con tratamiento mediante ejercicio y con tratamiento tradicional. Además, el porcentaje de ahorro tiende a ser mayor en personas con un dolor más severo.
Conclusiones
El ejercicio físico es la mejor herramienta para mejorar de la calidad de vida de las personas con dolor de espalda crónico. Con el tratamiento activo adecuado puede conseguirse la mejora del dolor y los síntomas, la reducción de la cronicidad y de los gastos en medicación, servicios médicos, bajas laborales y medidas de rehabilitación hospitalaria. En definitiva, el ejercicio es la mejor medida en cuanto a efectividad y ahorro económico tanto para el estado, las empresas y las personas que padecen dolor de espalda crónico.