fbpx

La artrosis es la patología musculoesquelética más extendida entre la población a nivel mundial y supone un problema de salud pública cada vez más importante por la prolongada expectativa de vida. Prácticamente todas las personas mayores de 60 años muestran signos de artrosis en al menos una articulación.

artrosis

Características

Es una enfermedad de carácter degenerativo caracterizada principalmente por la pérdida del cartílago articular. No obstante, la patología no solo afecta al cartílago articular sino que también deteriora toda la articulación: el hueso, los ligamentos, la cápsula, la membrana sinovial y finalmente los músculos. Todo ello puede llegar a producir dolor articular, sensibilidad, inflamación, crepitación, rigidez y limitación del movimiento. Debido a esto puede llegar a ocasionar serias limitaciones físicas, que pueden repercutir en el trabajo, el ocio, en las tareas del hogar e incluso dificultar el cuidado personal. En resumen, restricciones funcionales y reducción de la calidad de vida.

Puede afectar tanto a las articulaciones periféricas (caderas, rodillas y manos) como a la columna vertebral y tiene una elevada prevalencia, entre un 40% y un 85% .

¿Por qué se produce?

Por lo general, antes de los 40 años, la artrosis tiene una incidencia menor y en la mayoría de casos suele ser debida a traumatismos. Sin embargo a partir de los 40 años se da un aumento lineal en la prevalencia. Por tanto es una patología que aparece debido al progresivo deterioro físico ligado al envejecimiento.

Ciertos autores sostienen que el proceso de degeneración en la columna se inicia por la degeneración del disco. Esta degeneración discal da como resultado una inestabilidad en los segmentos vertebrales que aumenta la carga sobre las articulaciones y conduce a alteraciones del cartílago y otras estructuras articulares. En definitiva, la artrosis es el resultado clínico de un proceso de enfermedad que da como resultado un fallo estructural y funcional de las articulaciones.

Factores de riesgo

  • Edad. Es el predictor más fuerte del desarrollo de la artrosis. Las vulnerabilidades de una articulación que ocurren como parte del proceso de envejecimiento lo hacen susceptible a la enfermedad. Una disminución en la capacidad para mantener y reparar los tejidos, los cambios hormonales, la pérdida de la función muscular y de su efecto protector y el efecto acumulado de la exposición ambiental son los principales mecanismos relacionados con la edad.
  • Género. La patología varía en función del género ya que las mujeres presentan más riesgo de desarrollar esta enfermedad que los hombres. Sin embargo, estas diferencias son menos marcadas conforme la edad aumenta.
  • Obesidad y sobrepeso. Están reconocidos como factores de riesgo para el desarrollo y la progresión de la patología. El incremento de cargas sobre las articulaciones que soportan el peso corporal es probablemente el primer factor que contribuye a la aceleración del proceso degenerativo.
  • Exceso de actividad /estrés articular. Las ocupaciones que implican actividades repetitivas o que soportan grandes cargas de forma continuada también están asociadas con el desarrollo de la artrosis.

Prevención y tratamiento de la artrosis

En primer lugar cabe mencionar que la artrosis es una enfermedad irreversible. Es por ello que la prevención es la clave en el manejo de esta patología. La actividad física adecuada es capaz de mantener la función muscular y la salud articular frenando los efectos adversos del envejecimiento.

ejercicio envejecimientoNo obstante, una vez que la patología se ha desarrollado, el dolor, la disfunción y la calidad de vida también pueden mejorarse. Como hemos mencionado, la actividad física confiere un amplio rango de beneficios sobre la salud articular, la fuerza y resistencia muscular así como sobre el control de la composición y el peso corporal.

Los programas de ejercicio físico para pacientes con artrosis deben individualizarse y supervisarse inicialmente centrándose en un aumento de la capacidad aeróbica, la fuerza muscular y la movilidad. Esto proporciona importantes beneficios: la reducción del dolor, la mejoría de la capacidad física y una clara mejoría de la calidad de vida.


Golightly, Y. M., Allen, K. D., & Caine, D. J. (2012). A comprehensive review of the effectiveness of different exercise programs for patients with osteoarthritis. The Physician and sportsmedicine, 40(4), 52-65.
Goode, A. P., Carey, T. S., & Jordan, J. M. (2013). Low back pain and lumbar spine osteoarthritis: how are they related?. Current rheumatology reports, 15(2), 305.
Ma, V. Y., Chan, L., & Carruthers, K. J. (2014). Incidence, prevalence, costs, and impact on disability of common conditions requiring rehabilitation in the United States: stroke, spinal cord injury, traumatic brain injury, multiple sclerosis, osteoarthritis, rheumatoid arthritis, limb loss, and back pain. Archives of physical medicine and rehabilitation, 95(5), 986-995.
Pedersen, B. K., & Saltin, B. (2015). Exercise as medicine–evidence for prescribing exercise as therapy in 26 different chronic diseases. Scandinavian journal of medicine & science in sports, 25, 1-72.
Pereira D., Ramos E. & Branco J. OsteoarthritisActa Med. Port. 28, 99–106 (2015). 

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • siete + tres =

Compartir...