Las causas del dolor lumbar crónico no se conocen completamente. De hecho, cada vez se identifican más factores de riesgo que pueden jugar un papel en el desarrollo y perpetuación del dolor lumbar crónico. ¿Fumar contribuye al dolor de espalda?
La relación entre fumar y el dolor de espalda
En los últimos años, múltiples estudios han tratado de determinar si fumar contribuye al dolor de espalda crónico. En 2015 se realizó un metanalisis (análisis de datos de diferentes estudios que ofrece resultados más sólidos que los de cualquier estudio por sí solo) en el que se llegó a una serie de conclusiones acerca del tabaquismo que pueden ser interesantes:
- Existe una asociación entre el tabaquismo y el dolor lumbar, especialmente con el crónico e incapacitante. Es decir, las personas que fuman tienen más probabilidades de que les duela la espalda.
- Aquellas personas que nunca han fumado presentan un menor tasa de dolor lumbar que los fumadores y los exfumadores. A su vez, los exfumadores presentan una tasa menor que los fumadores, lo que sugiere que los efectos del hábito de fumar pueden ser al menos parcialmente reversibles. Por tanto, dejar de fumar puede reducir el riesgo de sufrir dolor lumbar crónico. Sin embargo, es necesario considerar la duración y el nivel de exposición al tabaco así como el tiempo transcurrido desde que la persona dejó de fumar.
- La asociación entre el tabaquismo y el dolor lumbar es más fuerte en adolescentes que en adultos. Los adolescentes pueden ser más vulnerables que los adultos a los efectos adversos de fumar.
- Los fumadores también tienen un estado de salud mental más pobre que los no fumadores. Por lo tanto, fumar podría ser un marcador sustituto de un problema psicológico subyacente que puede causar, perpetuar o amplificar el dolor lumbar crónico.
Explicaciones a la relación entre el dolor lumbar y el tabaquismo
Se ha teorizado sobre los mecanismos por los que el tabaco puede incrementar el riesgo de dolor lumbar crónico. Sin embargo, tan sólo unas pocas teorías han sido probadas:
- Fumar puede llevar a una reducción del riego sanguíneo a los discos intervertebrales. A corto plazo, la propia acción vasoconstrictora del tabaco puede alterar la adecuada aportación de nutrientes a los discos. Por otra parte, fumar eleva el riesgo de arterioesclerosis que, a largo plazo, puede disminuir el riego sanguíneo a los mismos. En definitiva, el suministro deficiente de sangre a las estructuras de la columna vertebral puede favorecer la aparición de lesiones degenerativas en los discos intervertebrales e interferir con su curación.
- Fumar es un factor de riesgo para la osteoporosis, también relacionado con una mayor probabilidad de dolor lumbar crónico.
- Fumar contribuye al dolor de espalda ya queaumenta el nivel de citoquinas proinflamatorias circulantes, (mesajeros del sistema nervioso central) que llevan a la amplificación y perpetuación del dolor.
- Fumar cambia la expresión genética en los discos intervertebrales, por ejemplo, alterando aquellos genes relacionados con la producción de colágeno.
En definitiva, pese a que la principal vía de tratamiento para el dolor lumbar crónico sea la realización del ejercicio adecuado, existen comportamientos que podemos modificar para facilitar la recuperación. Fumar contribuye al dolor de espalda, por lo que ya tienes un nuevo motivo para dejar de hacerlo.