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Durante el envejecimiento, la capacidad regenerativa y funcional de las fibras musculares disminuye, con lo que el músculo tiende a la atrofia. Esta propensión a la atrofia muscular es un factor de riesgo en el desarrollo y sobre todo en la perpetuación del dolor lumbar. Por lo que es muy importante mantener una musculatura fuerte y funcional. En el caso de haber ejercitado los músculos durante la juventud por la practica deportiva o el entrenamiento regular, cabe preguntarse ¿Me favorecerá el adecuado estado musculo-esquelético durante la vejez? o dicho de otro modo, ¿Conservan los músculos memoria del ejercicio realizado?

memoria muscular

¿Existe la memoria muscular?

Para contestar a esta pregunta debemos conocer aspectos importantes sobre las células musculares. A diferencia de otro tipo de células, el músculo esquelético es bastante único ya que sus fibras pueden contener cientos de núcleos.

Después de estímulos como el ejercicio de fuerza los músculos experimentan hipertrofia y aumentan su masa, área de sección transversal y fuerza. Esto ocurre debido a que las células madre (células satélite), se fusionan con fibras musculares ya existentes y contribuyen a ellas con sus núcleos lo que genera una fibra muscular más grande y con muchos más mionúcleos. De hecho hay numerosas investigaciones que demuestran un aumento del número de núcleos con la hipertrofia muscular.

Está demostrado experimentalmente que es mucho más fácil recuperar un cierto nivel de aptitud muscular a través del ejercicio en un músculo previamente entrenado

Por el contrario, tradicionalmente se creía que la atrofia muscular producía una muerte de estos núcleos reduciendo nuevamente su número. No obstante recientemente se ha observado que pese a que se produzca la atrofia muscular y el volumen de las fibras musculares disminuya, el número de mionúcleos se mantenía estable. Por tanto estos datos apoyan firmemente la hipótesis de que la atrofia del músculo esquelético no está acompañada por la muerte mionuclear.

Vista microscópica del tejido múscular

Esta retención de los núcleos musculares durante la atrofia nos confiere una clara ventaja: la capacidad de recuperar rápidamente la masa muscular. Si el número de núcleos creados anteriormente se retiene, pueden movilizarse y utilizarse rápidamente nuevamente para facilitar la ganancia muscular. De hecho, está demostrado experimentalmente que es mucho más fácil recuperar un cierto nivel de aptitud muscular a través del ejercicio en un músculo previamente entrenado, incluso si ha habido un largo período de desentrenamiento. Todo ello da respuesta al fenómeno de la “memoria muscular”.

Implicaciones de la “memoria muscular”

Estas observaciones tienen implicaciones potenciales a nivel de salud. Los datos refuerzan la idea de que el ejercicio físico durante la adolescencia tiene un papel esencial. En esta etapa es cuando el crecimiento muscular se ve favorecido por numerosos factores como las hormonas o una mejor función fisiológica. El ejercicio en esta etapa permitirá al individuo «acumular» mionúcleos que podrán aprovecharse más adelante en la vida para reducir los efectos del envejecimiento.

En definitiva, prevenir la atrofia muscular es esencial para reducir el riesgo del desarrollo y perpetuación del dolor lumbar.


Schwartz, L. M. (2018). Skeletal Muscles Do Not Undergo Apoptosis During Either Atrophy or Programmed Cell Death-Revisiting the Myonuclear Domain Hypothesis. Frontiers in Physiology9, 1887.

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