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Aproximadamente entre el 75% y el 90% de las mujeres experimentan malestar durante la menstruación. Estos síntomas pueden incluir alteraciones anímicas, físicas y cognitivas que presentan una frecuencia, gravedad y combinación muy variables.

Se estima que el dolor lumbar es la tercera causa de malestar durante la menstruación (afecta al 56% de las mujeres) sólo por detrás del dolor abdominal bajo y el cansancio. Además, el dolor lumbar de origen menstrual altera las actividades diarias y obliga al 50% de las mujeres a buscar atención médica.

menstruación y dolor lumbar

Causas del dolor lumbar menstrual

Existe un amplio debate sobre los factores que intervienen en la aparición de dolor lumbar en las diferentes etapas de la menstruación. A continuación te resumimos algunos de ellos.

Factores hormonales

Las fluctuaciones hormonales que se producen en el ciclo menstrual causan varios cambios fisiológicos y psicológicos. Por ejemplo, las prostaglandinas causan contracciones uterinas intensas que pueden provocar dolor en la parte inferior del abdomen hacia la parte baja de la espalda.

Por otra parte, el cambio hormonal está relacionado con una mayor laxitud de los ligamentos al afectar a la producción de colágeno. Como consecuencia el dolor lumbar menstrual pueda verse influido por la disminución en la estabilidad de la columna como resultado de la laxitud de los ligamentos debido a dichos cambios hormonales.

Finalmente, los altos niveles plasmáticos de estrógeno y progesterona causan un aumento en la permeabilidad capilar aumentando la vasodilatación periférica. Se han observado aumentos de la permeabilidad vascular, edema intraradicular en sitios donde las raíces nerviosas están comprimidas en la protrusión discal lo que puede empeorar los síntomas.

Factores inflamatorios

Ciertos periodos del ciclo menstrual favorecen el aumento de sustancias pro-inflamatorias como la proteína C reactiva, las citocinas proinflamatorias y el factor de necrosis tumoral. De hecho, el incremento de estos biomarcadores inflamatorios se ha relacionado con un aumento de hasta el 41% en las probabilidades de dolor lumbar.

Además, estos mediadores inflamatorios inducen la liberación de metaloproteinasa, que tiene un papel importante en la degeneración del disco. Es decir, los mediadores inflamatorios incrementados por la menstruación también pueden jugar un papel en la degeneración y el dolor discal. Esto explica el aumento del dolor lumbar y el dolor radicular por la compresión de la raíz nerviosa.

Otros factores

El umbral de dolor puede reducirse durante la menstruación debido a los cambios hormonales e inflamatorios produciendo una mayor sensibilidad al dolor. A su vez, la alteración del estado emocional también puede afectar a la percepción del dolor. Por tanto los umbrales de dolor reducidos pueden indicar una susceptibilidad a la lumbalgia menstrual y al dolor radicular.

¿Qué podemos hacer?

Pese a que el dolor lumbar relacionado con la menstruación provoca limitaciones en actividad diaria, la mayoría de las mujeres jóvenes no toman ninguna medida para controlar o tratar este problema.

Se ha demostrado que el ejercicio moderado puede prevenir y tratar eficazmente el dolor menstrual y reducir la dependencia a la medicación. No obstante, solo el 30% de las mujeres realizan ejercicio regularmente. No sólo eso, sino que además entre un 60% y un 90% de las mujeres afrontan el dolor lumbar relacionado con la menstruación mediante el reposo.

Una rutina simple de ejercicio puede ayudar a mejorar el dolor lumbar relacionado con la menstruación:

  • Estiramientos: los ejercicios de estiramiento son fáciles de realizar durante el período menstrual. Aumentan el grado de actividad articular, mejora los niveles de energía, promueve la circulación sanguínea y alivian el estrés y el dolor. En definitiva, los estiramientos son una intervención no farmacológica efectiva y segura para manejar dolor lumbar menstrual.
  • Entrenamiento de la musculatura del tronco: los ejercicios destinados a la musculatura del tronco han demostrado una mejora significativa en la intensidad del dolor y la discapacidad durante la lumbalgia menstrual.

En definitiva, una combinación de estiramientos con ejercicios para el entrenamiento de la musculatura del tronco puede ayudar con el manejo del dolor lumbar menstrual. Realizados de forma constante, tienen beneficios a corto y largo plazo y son una alternativa a los tratamientos farmacológicos 


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