En los últimos 20 años ha habido un importante aumento en la investigación sobre la manera en la que el dolor cervical afecta a la postura y el movimiento. Los resultados de estos estudios indican que en personas con dolor cervical se encuentran varias alteraciones funcionales y estructurales en los sistemas neuromuscular y sensitivos que resultan en diversas funciones fisiológicas deterioradas.
Algunas de las alteraciones más importantes se pueden agrupar en tres grandes grupos:
- Disminución de la fuerza muscular. La fuerza y resistencia muscular son menores en personas con dolor cervical que en personas sin dolor. Habiendo encontrado indicadores indirectos de la perdida de fuerza como son la atrofia muscular, la disminución de la sección muscular y la infiltración grasa en el músculo.
- Disminución del rango de movimiento. La movilidad cervical puede verse reducida por el dolor como mecanismo protector.
- Disminución de la coordinación muscular. Se han observado cambios en el comportamiento y coordinación entre los músculos profundos y superficiales del cuello. Cada uno de estos músculos tiene una función específica, como más adelante explicaremos. La alteración de la coordinación muscular se manifiesta como una actividad muscular profunda deteriorada (reducida) asociada con una mayor actividad de la musculatura superficial.
En resumen, podemos encontrar por un lado alteraciones relacionadas con la capacidad muscular (fuerza y resistencia), es decir, la musculatura no es capaz de producir la suficiente tensión muscular para proporcionar estabilidad al cuello. Por otro lado, alteraciones relacionadas con la calidad, es decir, puede que la musculatura tenga la capacidad suficiente pero el control y coordinación muscular necesarios para proporcionar una óptima estabilidad cervical esté afectado.
El papel de la musculatura profunda y superficial en la estabilidad cervical y el dolor de cuello
La columna cervical está rodeada por una disposición compleja de músculos que contribuyen al control estático y dinámico de la cabeza y el cuello. Sin embargo, no todos los músculos cervicales son iguales ni tienen la misma función sobre el movimiento y estabilidad del cuello.
La estabilización de la columna cervical es proporcionada principalmente por la musculatura profunda. Los flexores profundos del cuello han sido los más estudiados en cuanto a las alteraciones de la coordinación muscular en personas con dolor cervical. Por ejemplo, estos músculos (longus capitis y longus colli) tienen inserciones directamente sobre las vértebras por lo que desempeñan un papel mucho más importante sobre el control inter-vertebral y de la curva del cuello (lordosis cervical). Sin embargo los músculos flexores más superficiales del cuello, como el esternocleidomastoideo o los escalenos, no tienen esta capacidad ya que no se insertan directamente sobre las vértebras.
Los estudios realizados en personas con dolor cervical han encontrado un control motor alterado de los músculos cervicales y una alteración de la coordinación necesaria entre la musculatura profunda y superficial. Más concretamente, la disminución de la actividad de los músculos cervicales profundos puede dar como resultado una disminución del control y estabilidad de la columna cervical llevando a la musculatura superficial a compensar esta con una hiperactividad.
Rectificación cervical y dolor cervical
Está ampliamente aceptado que el ejercicio es una pieza fundamental de los programas de rehabilitación para pacientes con dolor cervical. Sin embargo, es necesario preguntarse ¿qué tipo de ejercicio es el mejor para esta situación?
Principalmente, existen tres tipos de intervenciones de ejercicio comúnmente utilizadas para conseguir la rectificación cervical y disminuir progresivamente el dolor cervical:
- El entrenamiento de fuerza y resistencia cervical. Se centra en mejorar estas capacidades mediante un trabajo con cargas progresivamente crecientes.
- La mejora de la movilidad cervical. Tiene como objetivo recuperar el rango de movimiento cervical.
- El entrenamiento de coordinación y el control motor cervical. Enfatiza la adecuada activación de la musculatura profunda y la coordinación entre las diferentes capas musculares del cuello lo que tiene un efecto en el control y calidad del movimiento.
Si nos preguntamos qué tratamiento es más efectivo podemos encontrar que se han obtenido beneficios similares sobre el dolor y la funcionalidad al comparar la aplicación aislada de los programas de ejercicio basados en la mejora de la fuerza y la coordinación. Sin embargo, un régimen de entrenamiento cervical que comprenda los tres tipos de intervenciones será mucho más efectivo en la mejora de la función fisiológica deteriorada y del dolor.