El papel del sistema nervioso en la salud de la columna cervical

Los diversos estudios calculan que ligamentos y huesos participan en la correcta salud de la columna cervical proporcionando hasta un 20% de la capacidad de estabilización del cuello. El 80% restante corresponde a la musculatura que crea un apoyo dinámico a las posturas y actividades diarias. Además, es cierto que en ausencia de una correcta función del sistema osteo-ligamentario (por lesiones, patologías, o alteraciones mecánicas) el papel del sistema muscular en la estabilización del cuello se incrementa aún más. Pero…¿Cuál es el papel del sistema nervioso en este proceso? ¿Qué pasa si no existe un control adecuado de esta musculatura?

El sistema nervioso y la salud de la columna cervical

Para comprender mejor qué significa esto, es necesario saber que el cerebro es capaz de analizar la información que recibe de múltiples fuentes sensitivas (visual, táctil, espacial, temporal, auditiva, movimiento, temperatura…) y cotejarla con aquellos aprendizajes pasados (memoria) con el objetivo de tomar una decisión óptima para preservar la salud y asegurar la supervivencia del organismo.

¿Qué tiene que ver esto con la columna cervical? Por ejemplo, en individuos sanos, durante la realización de movimientos que provocan perturbaciones posturales, ciertos músculos cervicales son capaces de activarse en menos de 50 milisegundos para proporcionar estabilidad al cuello. Sin embargo este tiempo de activación es demasiado rápido como para ser producido por los reflejos. Por tanto, esta respuesta ha sido previamente planificada por el sistema nervioso en base a la información sensitiva y la memoria para mantener una buena estabilidad y proteger la región cervical.

Recordemos los tres sistemas que actúan de forma sinérgica para mantener la estabilidad vertebral – Fuente: O’sullivan, P. B. (2000). Masterclass. Lumbar segmental ‘instability’: clinical presentation and specific stabilizing exercise management. Manual therapy, 5(1), 2-12.

En personas con dolor cervical crónico, se observa un inicio tardío en esta respuesta de activación de la musculatura, especialmente en músculos como los flexores profundos del cuello, lo que indica un déficit significativo en el control motor automático de la columna cervical. Una alteración en esta respuesta anticipada de la musculatura profunda supone una reducción de la estabilización vertebral, que puede dejar la columna cervical en una situación más vulnerable.

Por otra parte, en caso de existencia de patologías o traumatismo, se ha observado que aunque los tejidos inicialmente dañados se hayan sanado, las alteraciones en este control anticipado persisten. Tras la lesión se produce una reducción de la información enviada desde los receptores sensoriales de la zona lesionada, por lo que el sistema nervioso central recibirá información alterada con la que elaborar sus respuestas de movimiento y estabilidad.

Resumen

La ciencia actual ha demostrado que, en personas con dolor cervical crónico, no sólo se produce un deterioro del sistema muscular sino que a su vez ocurren importantes alteraciones en otros sistemas como el nervioso que deben ser tenidas en cuenta.

La buena noticia es que estas alteraciones pueden revertirse, de forma que se reestablezca el flujo normal de información sensitiva entre tu musculatura cervical y tu cerebro, para que el sistema funcione adecuadamente. Para restablecer el correcto funcionamiento de la columna cervical, deberemos desarrollar un programa de ejercicio que ponga énfasis tanto en el restablecimiento del control motor de la musculatura profunda, como en ejercicios de resistencia y fortalecimiento en los distintos ejes del movimiento cervical. Esto resulta ser un tratamiento efectivo para mejorar el dolor cervical.

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