La espondilolistesis y la espondilolisis son dos patologías frecuentemente están relacionadas entre sí, que suelen afectar a la parte baja de la espalda.
La espondilolistesis es un desplazamiento de una vértebra, generalmente hacia adelante. Afecta con mayor frecuencia a las vértebras L4 o L5, las más bajas de la columna lumbar. El desplazamiento hacia delante se llama anterolistesis y hacia atrás retrolistesis.
Puede acompañarse de espondilolisis, que es la rotura bilateral del pedículo que une el arco posterior al cuerpo vertebral. Esta rotura puede ser degenerativa, traumática o congénita. La espondilolistesis sin espondilolisis se origina generalmente por alteraciones degenerativas.
Un segmento vertebral afectado de espondilolistesis presenta una relativa inestabilidad que obliga a la musculatura profunda que estabiliza cada nivel vertebral a realizar un esfuerzo constante de estabilización. Como consecuencia de este “sobreesfuerzo”, la musculatura se fatiga con mayor facilidad, entrando en una espiral de desacondicionamiento que, a su vez, limita progresivamente la capacidad de estabilizar ese segmento. Esto puede conducir, a la aparición de dolor en la región afectada como consecuencia de la disfunción de la musculatura. La espondilolistesis se suele clasificar en cuatro grados, en función del desplazamiento, siendo el cuarto el más grave.
En muchos casos la espondilolisis no causa dolores ni síntomas; esto ocurre principalmente en las espondilolisis que aparecen por un defecto de formación del hueso. En el caso de espondilolisis por fractura o traumatismos repetidos pueden originar dolor en la zona vertebral.
En el caso de la espondilolistesis puede provocar cualquiera de los siguientes síntomas:
Se puede llegar a estabilizar y frenar la progresión del desplazamiento aplicando un programa de entrenamiento muscular que permita un trabajo selectivo de la musculatura afectada, controlando de manera estricta la movilidad de la columna, junto con ejercicios funcionales para mejorar el control postural de espalda y general por parte del paciente.
Este tratamiento proporciona una mayor estabilidad sobre el segmento intervertebral desplazado y, en caso de presencia de dolor, lo reduce de forma muy significativa como consecuencia de la recuperación funcional de la musculatura.